Dulós:
El sol y el buen tiempo espabilan mi cuerpo y me provocan unas ganas tremendas de ver mundo. Como ahora es imposible que viaje demasiado lejos porque sigo “encadenada” a médicos y a hospitales, me conformo con salir de casa y visitar España… ¡Y hay tantas cosas maravillosas que ver!
Eduardo y yo decidimos por pasar un fin de semana en Andorra, un valle que me tiene robado el corazón. Salimos en coche el sábado 14 de marzo por la mañana. Después de viajar más de seis horas, dejar las maletas en el hotel y pasear por las calles plagadas de tiendas de Andorra la Vella, nos merecíamos una buena cena. Teníamos hambre y estábamos cansados. Así que a las ocho de la noche decidimos cenar para ir pronto al hotel a descansar.
- “¿Tiene calor?” -me preguntó el camarero del restaurante donde estábamos cenando-
- “No, gracias… “-le contesté mientras me abanicaba- “Son cosas mías”
- “¿Es por la quimio?” –me preguntó con delicadeza-
- “Sí”.
- “Yo también he tenido cáncer, de pulmón…”
Eduardo y yo compartíamos unos mejillones a la marinera, una pizza y una butifarra. El camarero del local era un hombre de mediana edad, simpático, amable y discreto. Ahora sé que en cuanto me vio entrar en el comedor recordó lo mal que lo pasó hace unos tres años con el cáncer de pulmón que padeció. Al verme sin cabellos, debió de pensar que yo también estaba pasando por esta terrible enfermedad. Y no se equivocó. Y al momento se sintió identificado con mi estado. Las personas solemos reunirnos y simpatizamos con otras de gustos, aficiones y características comunes, y la enfermedad del cáncer es una de ellas. El camarero tenía unas terribles ganas de hablarme, de contarme que él había tenido cáncer de pulmón, que lo había superado y que se encontraba muy bien. Quería transmitirme fuerza, esperanza... Mientras cenábamos, me vino un sofoco y rápidamente me quité la rebeca y la gorra. Aunque tomo isoflavonas que teóricamente reduce y apacigua los acaloramientos, éstos son cada vez más fuertes y frecuentes. Me ahogo con el calor y el sudor que me producen. Fue entonces cuando empecé a abanicarme y cuando el camarero se dirigió a mí.
El sol y el buen tiempo espabilan mi cuerpo y me provocan unas ganas tremendas de ver mundo. Como ahora es imposible que viaje demasiado lejos porque sigo “encadenada” a médicos y a hospitales, me conformo con salir de casa y visitar España… ¡Y hay tantas cosas maravillosas que ver!
Eduardo y yo decidimos por pasar un fin de semana en Andorra, un valle que me tiene robado el corazón. Salimos en coche el sábado 14 de marzo por la mañana. Después de viajar más de seis horas, dejar las maletas en el hotel y pasear por las calles plagadas de tiendas de Andorra la Vella, nos merecíamos una buena cena. Teníamos hambre y estábamos cansados. Así que a las ocho de la noche decidimos cenar para ir pronto al hotel a descansar.
- “¿Tiene calor?” -me preguntó el camarero del restaurante donde estábamos cenando-
- “No, gracias… “-le contesté mientras me abanicaba- “Son cosas mías”
- “¿Es por la quimio?” –me preguntó con delicadeza-
- “Sí”.
- “Yo también he tenido cáncer, de pulmón…”
Eduardo y yo compartíamos unos mejillones a la marinera, una pizza y una butifarra. El camarero del local era un hombre de mediana edad, simpático, amable y discreto. Ahora sé que en cuanto me vio entrar en el comedor recordó lo mal que lo pasó hace unos tres años con el cáncer de pulmón que padeció. Al verme sin cabellos, debió de pensar que yo también estaba pasando por esta terrible enfermedad. Y no se equivocó. Y al momento se sintió identificado con mi estado. Las personas solemos reunirnos y simpatizamos con otras de gustos, aficiones y características comunes, y la enfermedad del cáncer es una de ellas. El camarero tenía unas terribles ganas de hablarme, de contarme que él había tenido cáncer de pulmón, que lo había superado y que se encontraba muy bien. Quería transmitirme fuerza, esperanza... Mientras cenábamos, me vino un sofoco y rápidamente me quité la rebeca y la gorra. Aunque tomo isoflavonas que teóricamente reduce y apacigua los acaloramientos, éstos son cada vez más fuertes y frecuentes. Me ahogo con el calor y el sudor que me producen. Fue entonces cuando empecé a abanicarme y cuando el camarero se dirigió a mí.
- “Es horroroso perder el pelo. A mí me dijeron que no se me caería… y un día, en la ducha, me quedé con los cabellos entre mis manos”
- “A mí me avisaron y me corté el pelo muy corto. Por cierto… le veo muy bien, ¿verdad?”
- “Sí, estoy estupendo. Hace tres años de la enfermedad y todo va perfecto”
- “Suerte, pues dicen que el cáncer de pulmón es de los peores…”
- “Sí, pero de ésta se sale, ya lo verás”
Cuando Eduardo y yo abandonamos el local, me miró con aprecio, y me volvió a repetir: “Ánimo, ya verás que de esta se sale”. Fue un momento que recordaré siempre.
El fin de semana en Andorra ha sido tranquilo y agradable. No os voy a recordar una vez más lo cansada y en baja forma que me encuentro, así que os contaré lo que he hecho para remediarlo. He paseado, he tomado el sol, y he disfrutado de la naturaleza. Como dice el slogan, Andorra es una tierra de contrastes: he estado caliente al sol y he pasado frío junto a la nieve. También he comido mucho y bien, principalmente platos típicos de la tierra. Hacía mucho tiempo que no comía “Caracoles a la Llauna” acompañados del auténtico “all i oli” y me han seducido una vez más. Vida tranquila, pequeños placeres… y curarme. ¡Todas las otras cosas que me de la vida serán un regalo para mí!
14 comentarios:
... Y la vida et donarà moltes coses guapa!!!
Tens raó, soc una impresentable, perque he abandonat una miqueta el blog, peró es que estic una miqueta enfeinada.
He tornat a la feina. Aquesta ha estat la segona setmana i la veritat es que tot ha anat molt bé, per ara.
La setmana que vé em fan una "braquiterapia". Em posaràn uns tubets al pit operat i hauré d'anar al centre on em van posar la "radio" a que em posin "alguna cosa" per aquests tubs, en tres sessions durant dos dies. Ja t'ho explicaré.
Igualment, aquest cap de setmana, ja ho deixaré una miqueta explicat en el blog i la setmana que vé explicaré com ha anat aixó de la braquiteràpia, qué, com pots veure, no acabo de saber molt bé que és.
Et veig molt bé, com sempre, i me n'alegro moltíssim.
De tota manera, saps que pots comptar amb mí quan vulguis, només m'has d'escriure. Tant si em vols explicar com que t'expliqui jo alguna cosa.
Una abraçada molt forta i endevant, sempre endevant.
Àngels.
Sabes que en mi tierra no comemos los caracoles y los hay buenísimos. Hace años que he intentado probarlos y me fue imposible.
Veo que a pesar de todo no paras de disfrutar de la vida; así se hace, que los buenos ánimos son parte de la medicina que cura.
Biquiños, besitos, mimos………..mil abrazos.
querida Dulós, me alegro de ese bonito fin de semana en Andorra.
Preccioso para descansar y genial por su gastronomía... Si te oyera mi mujer ...Caracoles a la Llauna y All i oli, vaya tela...
Me encanta saber de ti y te sigo siempre.. Recuerdos y un abrazo
Lluis
Te sigo porque tu ánimo me da también ánimo a mi ya que también yo estoy pasando por un cancer de mama, estoy con quimioterapia. También me anima gente que ha pasado por ello hace un tiempo y se encuentra bien como el camarero. Nosotras también lo tendremos de recuerdo algún día y podremos dar ánimos a otras personas. Muchos saludos. Bel.
Hola de nuevo guapa. Que bonitas fotos!! que lugares tan bonitos... y se te ve genial en todas.
Me alegra mucho que hayas disfrutado del fin de semana en Andorra nada mas y nada menos.
Y claro que si, tienes razon, hay que disfrutar de esos pequeños detalles y momentos que la vida nos regala, que seria sino sin ellos.
Y el camarero tambien guardaba mucha razon en sus palabras "Ya veras como de esta se sale".
Un abrazo.
Isangel
Es curiosa la coincidencia porque mi hija, que es algo más joven que tu (42 anós) se pasó la última semana en Andorra, pero apenas estuvo en el pueblo pues es deportista y está muy fuerte así que se alojó en un apartamento de Envalira a pie de pista y se pasó seis dias esquiando. Yo tambien en algun momento de mi vida fui esquiador y en cuando a la montaña tuve la oportunidad de llegar (a medias caminando y a medias en jeep) hasta el campamento base del Himalaya, a unos 5.000 metros, para hacer el reportaje de una expedición.
Ahora me encuentro estupendo y creo que el champiñon que me sacaron de la cabeza tenía todo lo malo y ya descartaron la quimio. Como mucho un par de sesiones de radiación aunque creo que tampoco hará falta. Lo de la calvicie no me preocupa porque lo soy desde los treinta y tantos años, aunque por la parte posterior me nace pelo como para hacer una cola de caballo ¿Que tal me quedaría a los 80 años?
Viajar fue mi vida y sigue siéndolo. Ahora lo fui reduciendo porque dice mi mujer que no debo conducir muchos kilómetros, sin darse cuenta que los 10 que hay desde nuestra casa hasta el centro de la ciudad, que hago un par de veces al dia, son más peligrosos que 200 de autopista. En fin , me dedicaré a conocer los mil lugares de Galicia que todavía no visité.
Y tu, a viajar pues ya veo que te gusta, y pronto te olvidarás de todo. A mi mujer la operaron de mama hace 9 años y solo hace un reconocimiento al año que siempre le da un estado óptimo. Ese es tu futuro, aunque con menos años.
Besos
Lo que se me fastidió fue un viaje que tenía previsto a Tinduf, en el Sahara, pues el sol se ha convertido en mi peor enemigo. Lo cambiaré por alguno a Alaska.
Mi querida Dulós,
Que alegría he tenido al saber que has viajado a Andorra y lo has pasado tan bien.
Conozco Andorra perfectamente, pues hace años íbamos mucho con los hijos, luego ya se hicieron mayores e íbamos solos o con amigos.
Me encanta "La Vall d'Andorra" y más si visitas todo el románico que tiene. Los pueblecitos son una monada, lástima que algunos los han deshecho construyendo apartamentos.
Que amable el camarero. Siempre hay personas que con su forma de decir las cosas animan muchísimo.
Estimada Dolors, segueix tan animada com ara i veuràs com tot pasarà. El ser positiu es molt important en aquesta vida.
Un petonet i una forta abraçada.
¡Y yo estoy de acuerdo! Mira sino quien va sumando meses a su vida, quien disfruta de viajes y de sus seres más queridos cerca, quien tiene tiempo y energías para dedicarle a lo que más le gusta... Pues tu, así que el camarero tiene razón y ya lo estás comprobando.
Un besazo enorme, guapa.
Isabel F
Precioso fin de semana en Andorra, ya veo que a pesar de todo sigues haciendo que tu vida sea lo más normal posible. y si, el camarero tiene razon ¿de esa se sale! y tu ¡VAS A SALIR!. SALUDOS
¡Claro que de ésta se sale!. Mis dos buenas amigas salieron hace mucho tiempo... muchos años. Ahora sólo tienen que hacerse un reconocimiento anual y todo va bien.
¡Que casualidad!... también yo he colocado un magnolio en mi blog. ¡Están preciosos!.
Y como ada... por aquí hay muchos caracoles pero yo nunca he sido capaz de comérmelos. Como mucho he conseguido mojar un poquito de sal en su salsa y reconozco que estaba buenísima... pero no he sido capaz de más.
Un besiño, reina, sigo enviándote toda la fuerza que me dá el sol éstos días. Que olvides pronto ese año 2008 y te concentres en los próximos. Te lo mereces.
CHELIS
Un poquito de pan en su salsa, quise decir.
CHELIS
Sigo leyéndote, sigo aprendiendo de ti y te sigo admirando, aunque no te escriba.
Nos das a todos tantos ejemplos de lo que significa de verdad tener GANAS DE VIVIR....
Me quedo sin palabras y sin valor moral para quejarme de mis "problemas" cotidianos cada vez que me enfrento a tu blog y veo cómo superas día a día los retos que se te van planteando, sin apenas un lamento y siempre con una sonrisa. Eres grande, eres fuerte ¡muy fuerte! y yo, de mayor, quiero ser como tú!!
Verás com el camarero tenía razón, y de ésta, sales. ¡¡Por supuesto!!
Un abrazo enorme (Para Edu también)
Ijj
Y la vida te seguira llenando de momentos muy buenos para ti, pq te lo mereces.
Besos
gracias por tu granito de arena, me has ayudado y preparado para salir adelante. a mi mama le acaban de diagnosticar cancer hace un poco mas de un mes, le acaban de estirpar una mama, y apenas empezaran con la quimio.
animo y los mejores deseos!
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