Dulós:
Eduardo me ha despertado como todas las mañanas: con un cariñoso beso en mi mejilla. Inmediatamente después, mis dos perros -Mistu y Gos- me han comido a lametones, su particular manera de darme los buenos días. Me he tocado la cabeza con las manos y mi cabellera estaba intacta, y en el cojín -de color amarillo limón- no había ningún resto de cabellos caídos. He sonreído a Eduardo y medio dormida me he tomado un zumo de naranja recién exprimido. Cuando mi pareja se ha ido a trabajar, yo he aprovechado para descansar un poco más. Con la quimioterapia las mañanas se me hacen especialmente cuesta arriba.
Hoy quería ir al banco y a hacer unas compras, así que a mediodía, ya me he puesto las pilas. Me he desperezado y me he ido al baño a asearme. Desde que me he cortado la melena, siempre que me miro al espejo recién levantada me río de lo tiesos que me han quedado mis pocos y cortos pelos al dormir. Al pasarme la mano por la cabeza para intentar peinarlos, me he quedado con la mano llena de cabellos. 16 días después de la primera sesión de quimioterapia, ha empezado a caerme el pelo. Con la mano un poco temblorosa, he cogido un pequeño mechón, y he tirado fuerte. Y sí, parte de él ha cedido. Pero he comprobado que no cae todo el cabello a la vez, sino que lo hace poco a poco. Por la noche, ya me he visto alguna zona de la cabeza más clara que otra. También he estirado fuerte de los pelos de mis cejas, pero éstos de momento parecen fuertes.
Imagino que todas las mujeres que recibimos quimioterapia esperamos con ser una de las pocas afortunadas a las que finalmente no les cae el pelo. Yo, cada día que pasaba soñaba con ello y albergaba esa gran esperanza. Pero no ha sido así.
No sé cómo estará mi cabeza mañana. No sé con la rapidez con la que caerá el cabello. Pero yo me adelantaré con la máquina de rasurar y se acabará la incógnita. Ahora lo que más me apetece es disfrutar de mis pañuelos, gorras, sombreros, y por supuesto, de mi peluca. No quiero verme más la mano llena de horribles y desagradables pelos negros. Se que el momento en que me vea como una “bombilla” no será nada grato, pero he dedicado demasiadas horas en superar este problema para ahora desfallecer. No me lo puedo permitir. Hoy me he acordado de mi amigo Pep que, para animarme, me dijo: “A mi me gustaría verme calvo, pero no me atrevo a afeitarme la cabeza. Debe ser una imagen de uno mismo curiosa y divertida”. ¡Así lo veré, Pep!
Eduardo me ha despertado como todas las mañanas: con un cariñoso beso en mi mejilla. Inmediatamente después, mis dos perros -Mistu y Gos- me han comido a lametones, su particular manera de darme los buenos días. Me he tocado la cabeza con las manos y mi cabellera estaba intacta, y en el cojín -de color amarillo limón- no había ningún resto de cabellos caídos. He sonreído a Eduardo y medio dormida me he tomado un zumo de naranja recién exprimido. Cuando mi pareja se ha ido a trabajar, yo he aprovechado para descansar un poco más. Con la quimioterapia las mañanas se me hacen especialmente cuesta arriba.
Hoy quería ir al banco y a hacer unas compras, así que a mediodía, ya me he puesto las pilas. Me he desperezado y me he ido al baño a asearme. Desde que me he cortado la melena, siempre que me miro al espejo recién levantada me río de lo tiesos que me han quedado mis pocos y cortos pelos al dormir. Al pasarme la mano por la cabeza para intentar peinarlos, me he quedado con la mano llena de cabellos. 16 días después de la primera sesión de quimioterapia, ha empezado a caerme el pelo. Con la mano un poco temblorosa, he cogido un pequeño mechón, y he tirado fuerte. Y sí, parte de él ha cedido. Pero he comprobado que no cae todo el cabello a la vez, sino que lo hace poco a poco. Por la noche, ya me he visto alguna zona de la cabeza más clara que otra. También he estirado fuerte de los pelos de mis cejas, pero éstos de momento parecen fuertes.
Imagino que todas las mujeres que recibimos quimioterapia esperamos con ser una de las pocas afortunadas a las que finalmente no les cae el pelo. Yo, cada día que pasaba soñaba con ello y albergaba esa gran esperanza. Pero no ha sido así.
No sé cómo estará mi cabeza mañana. No sé con la rapidez con la que caerá el cabello. Pero yo me adelantaré con la máquina de rasurar y se acabará la incógnita. Ahora lo que más me apetece es disfrutar de mis pañuelos, gorras, sombreros, y por supuesto, de mi peluca. No quiero verme más la mano llena de horribles y desagradables pelos negros. Se que el momento en que me vea como una “bombilla” no será nada grato, pero he dedicado demasiadas horas en superar este problema para ahora desfallecer. No me lo puedo permitir. Hoy me he acordado de mi amigo Pep que, para animarme, me dijo: “A mi me gustaría verme calvo, pero no me atrevo a afeitarme la cabeza. Debe ser una imagen de uno mismo curiosa y divertida”. ¡Así lo veré, Pep!
12 comentarios:
Si, lo sé que para mi es fácil hablar, no estoy en donde estas tú. Pero como ya sabes lo que va a pasar puedes estar preparada con complementos bien “chulis” para no encontrarte rara. Además es buena temporada para gorros que hace mucho frío, y este año están de moda.
Te mando mis acostumbrados biquiños y mis caricias más tiernas. Figúrate las caricias de tu madre, de tu tía, de tu prima, pues así de dulces son las mías para ti.
Besos y para adelante.
trabajo cerca de niños con leucemia (tan cerca que mi corazón conoce el olor de ellos y reconoce sus sonrisas)... y he aprendido a disfrutar de esas cabezas desnudas, recuerdo de esas guerras que se siguen peleando.
He besado esas cabecitas con ternura y a la vez con admiración...
hoy, y siempre con respeto, lo hago también contigo... Y TE AGRADEZCO LO QUE ME ENSEÑAS DESDE TU EJEMPLO.
Tot te la seva part graciosa. Quan em vaig afeitar el cap era finals de juliol (temps ideal per no tenir ni fred ni calor) i quan em volia posar a les fantàstiques aigües de Tamariu, semblava una boia blanca, jo no patia gens per afogar-me, ja que se'm veia de tres hores lluny. Ara amb el fred, es nota més, però a final d'any em toca la última quimio. Ànim en un tancar i obrir d'ulls, ens tornarà a crèixer.
Clàudia S.
Dulós, espero que el cariño de toda tu familia y amigos te ayude a pasar el trago, no te digo como si nada... pero casi. Y aprovecha las Navidades para ponerte bien a turrón y a polvorones y recuperar energías. Un beso.
Dulós, t'he votat amb el cabell curt perquè respon a la teva manera d'actuar davant la circumtància que estàs passant.La teva expressió és : tinc el cabell curt ! i què !
Un petó
Tieta Rosa
Dolors, guapa, avui m'has fet plorar i molt, ets l'ostia, tan valenta!!!!!!!!, que sapigues que estàs guapíisima i que t'estimo moltíssim.Molts ànims i molta força
`Hola Dulòs encara que et caigui el cabell reina com tens uns ulls tant macos i tu tambe ets molt maca per dintre la gent ni es donarà compta. Per bueno et poses un gorro de aquest tant cuquis que hi han i aniràs superabrigadeta. I per casa un mocado o em el caparronet al descobert i no pasa res. Mira una amiga meva la vaig anar a veura quant estava fent quimio i em va ensenyar el cap sense res i em vaig quedar igual, yo veia la meva amiga em cabell encara que no tu creguis vaig seguir parlant com si res i fins ella va quedar sopresa de la meva reacciò. bBUENO BESOTES DE LA DORIS
Mi querida Dulós, con gran cariño sigo tu vida, te comprendo perfectamente porque lo que estás viviendo lo viví, cuando decidí ponerme peluca me rasuraron la cabeza, sientes algo muy especial que sólo tu vives, difícil de entender, pero que superarás con esa fuerza que tú tienes, además los pañuelos te quedan muy bien, los gorros y sombreros, ni lo dudo y en cuanto a la peluca si la quieres poner con el peluquero que tu tienes no vas a tener problema.
Sigo con mis pruebas, mañana me toca analítica y ya a esperar el resultado para ver si pasé la itv.
Abrazos.
El día que me rapé, fué especial para toda mi familia, el encargado fué mi hijo el mayor, y estábamos en el cuarto de baño mi marido, mi hijo mayor, su novia y mi hijo pequeño, todos mirando como me rapaba con la máquina, fué un gran acontecimiento, se que todos ellos querian pasarlo conmigo. Esta enfermedad tiene muchos momentos tristes íntimos y a solas, pero este mal trago entre todos me lo hicieron especial. ME GUSTÓ de verdad.
Hola guapa...
No sabes luego que pelazo te va a salir... Yo me lo afeite justo cuando comenzaba a caeerrse, mis amigas me regalaron la mejor peluca del mercado, y cuando me la ponía con ghafas de sol mi hijo me decía, "mamá con al peluca pareces una espía" ja ja ja ja... Ahora tengo mejor pelazo que nunca.- Un beso
Y si, no sabes cuantos buenos momentos tiene este puto marronazo...
Ya te lo dije Dulós, he pasado por esto dos veces, y la primera vez el cabello me engañó pero esta vez no, he ido yo por delante, me rapé y se acabó el susto. Además mi peluquero es un Amor, se llama Toni y es tanto el cariño que pone en su trabajo que sales de allí llema de piropos y con mucho ánimo, tengo que agradecerle que me ha tratado fenomenal durante toda la enfermedad.
Te dejo un abrazo fuerte.
Ana
Hola Dulós,
fa dies que no et podia seguir. I ara que tinc temps, de cop m'he endinsat en aquesta història i tinc l'ànima encongida. Em moro de ganes d'abraçar-te! Et penso cada dia, especialment quan surto de la dutxa... Ens fas sentir realment el que és la vida! Gràcies, ets un àngel posat en els nostres camins.
I, com diuen tots els altres, estàs guapíssima! De totes les maneres. Així que no sé què votar: Jo dic "depèn", com algú ha dit, pots anar combinant, perquè tot et queda bé. És que quan una és guapa... :)
Per cert, en segons quines fotos em recordes molt la meva mare.
Mil petons!
Espero que ens poguem veure durant aquestes festes. Et desitjo molta fecilitat!
T'estimo molt,
Mireia
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