sábado, 15 de noviembre de 2008

Apurando cada segundo


Dulós:
Mi sobrino Biel abrió los ojos a la vida hace un mes, el 14 de octubre. Recién nacido, su madre, -mi hermana pequeña, Cesca- nos envió su fotografía a través de un SMS. Al ver a esa criatura tan hermosa y tan frágil me emocioné tanto que empezaron a caerme las lágrimas. “¡Qué bonito es! ¡Qué precioso es!” repetía entre sollozos. Se me agolparon tantos sentimientos y emociones que mi corazón estalló. Eduardo, que sabía muy bien porqué lloraba, quería consolarme y me distrajo de la mejor manera que supo: ilusionándome con un próximo viaje para conocer al pequeño Biel. Afortunadamente en un par de semanas teníamos un hueco de tres días. Contenta, acabé enjuagándome las lágrimas y sonriendo.

Eduardo y yo deseamos tener un hijo, pero hasta ahora no ha habido suerte. Pero al someterme al tratamiento de quimioterapia, no tendré la menstruación durante unos tres años. En caso de decidir adoptar, no se pueden empezar los trámites hasta que haya pasado un año después del alta de una enfermedad grave. El cáncer es una de ellas. Siempre he tenido muy vivo el instinto maternal, y parece que ahora el cáncer me lo ha puesto muy, pero que muy difícil. Cada vez soy más consciente que cuando con el cáncer perdí dos pechos perdía muchas más cosas…

Hace tres fines de semana, el sábado, nos subimos al coche y mi pareja y yo viajamos a la población catalana de Premià de Mar, donde vive Cesca con su marido Miquel y su hijo Oriol de dos años, a conocer al nuevo miembro de la familia: Biel. El peque es un niño muy guapo y bueno y sólo llora cuando tiene hambre. Para mí, este nacimiento es muy especial. El pequeño, con toda una vida por delante y su tía Dulós, luchando por dejar la vida del cáncer atrás… Él lo tiene todo; yo, sólo tengo el ahora. Ya desde pequeño le voy a inculcar que debe disfrutar de todos los momentos, que hay que vivir apurando cada segundo. Muchas veces nos perdemos en guerras personales inútiles que nos alejan de la felicidad del instante.

Y ese fin de semana practiqué ese lema. El domingo por la mañana, los primos de Eduardo, Marta y Julio, que casualmente también viven en Premià de Mar, nos invitaron a navegar. Me sentí libre, vital… me crecí en la proa de la embarcación como la protagonista de Titánic… El mar estaba en calma, hacía sol y la temperatura era agradable. Fue una mañana estupenda. No tenía ninguna otra preocupación que la de disfrutar del día y de la compañía de la familia. Luego nos invitaron a comer una excelente paella y nos despedimos hasta la próxima visita, que espero que sea en Navidades.

Y el domingo por la tarde, mi familia materna –toda vive en Cataluña- me preparó una gran sorpresa. Fui a visitar a mi tía Pilar, la enfermera, en Granollers, imaginando que se acercarían a su casa unos pocos parientes, los que pudieran, a saludarme… Pero, ¡no daba crédito a lo que pasó! ¡Se presentaron mi madre y sus siete hermanas con sus respectivos maridos, y también mis miles de primos y sobrinos…! Nadie quiso perderse mi fugaz visita a Barcelona, y cambiaron sus planes para ir a mimarme, abrazarme, agasajarme… La familia de mi madre es muy extensa y todo el mundo esta muy pendiente de mi y de mi enfermedad. ¡Hay momentos en que mi teléfono móvil saca humo! Es una pena que hoy en día las familias sean de tan solo dos o tres hijos, porque yo me siento muy arropada y querida con mi larga y extensa dinastía.

Eduardo:
Pues si, el día que recibimos la foto de Biel tomamos conciencia de que ya no podríamos tener un/a peque. Fue un momento tenso en el que Dulós miraba la foto con ojos llorosos y me miraba a mi, y si, fue lo que nos faltó para reventar. ¿Porqué lloras? Me preguntaba, y lo sabía muy bien. Instantes después me repuse y en un hábil movimiento se me ocurrió proponer el ir a Barcelona a ver a Biel cuanto antes, así que nos pusimos a planearlo. Dicho y hecho, la sola idea de salir a ver a la familia hizo que cambiara la cara.
Y el viaje fue de los mejores que hemos hecho, aunque sólo durase 4 días. Su familia había montado una fiesta para ella, son gente increíble muy muy buena gente, y en todo momento han estado con ella. Están consiguiendo que todo esto pase mejor y más rápido para Dulós. Con sus hermanas, su cuñado, Biel y su hermanito lo pasamos de miedo, vaya par de sobrinillos! Te alegran el día con solo mirarles. Y con mi familia pudimos disfrutar del mar en un paseo en barco, por cierto que me maree, pero no un mareo de nada, omitiré los detalles. Dulós dice que el mar estaba en calma y yo estoy en total desacuerdo, que conste en acta. Han sido unos días maravillosos.

A su familia, a la mía, a amigos y conocidos desde aquí quiero mostrar mi eterna admiración y gratitud por estar ahí haciendo que todo sea más fácil, mucho más fácil.

8 comentarios:

Inma dijo...

¡Preciosa familia! La mía también es muy grande, siete hermanas y un hermano, eso hace que nos hayamos multiplicado, entre cuñados, sobrinos… etc.
Para mi, mis herman@s es la mejor herencia que han podido dejarme mis padres.
Gracias por tus palabras en mi blogs, no las esperaba. Sé que no estas para “chorraditas” que tienes mucho a que dedicar tu tiempo, por eso las agradezco doblemente.
Un biquiño lleno de admiración e infinitas caricias.
Inma

Yeli dijo...

Hermosa familia. Solidaria contigo desde Miami, Fl. Soy médico de profesión y he sido paciente recibiendo noticias de enfermedades serias para mi y seres queridos.
Nunca olvides que vivir no es lo mismo que estra viva.
Un abrazo
Yeli

Anónimo dijo...

Hola Dulós,
entiendo perfectamente lo que sientes. A mí me pasa lo mismo, mi marido y yo no tenemos hijos, y aunque esto sería la culminación de nuestra felicidad, el cáncer nos impide tener hijos biológicos y, por el momento, hijos adoptados. Yo también tengo una familia muy extensa, somos 5 hermanos, tengo 6 sobrinos, muchos tios y primos e hijos de primos. El imaginarme mi vida junto a mi marido sin niños se me hace muy duro, y la larga espera hasta que acabe (ojalá con éxito) el tratamiento (en mi caso, será en 2011), es una dura prueba de paciencia.
Quería preguntarte una cosa: a pesar de estar bastante bien informada - o eso creía - no sabía que había que esperar 1 año después de recibir el alta, hasta poder comenzar con los trámites de adopción. Tienes algún enlace a un sitio web dónde puedo leer los detalles? Mi ginecóloga me dijo que cuando tuviera el alta, podría empezar de inmediato, pero parece que ella estaba mal informada.
Gracias de antemano!
Un abrazo
Masca

Anónimo dijo...

Hola Dulós, preciosas fotos, se nota que fue un estupendo día, la felicidad es disfrutar cada momento de nuestra vida.

Un saludo sórico.

Mª Angeles

Anónimo dijo...

Dulós: ¡Y la nave va! Y sabes también que somos muchos los que remamos junto a ti. Tus escritos son, periodísticamente, muy bonitos.

Anónimo dijo...

Hola Dulòs, muchísimas gracias por tu email! Me hubiera gustado contestarte, pero no había ninguna dirección de remitente.
Un abrazo
Masca

Marisol dijo...

es fantástico tener una familia en la que apoyarse, y que te arropa en los momentos dificiles!!!!
mucho ánimo frente a tu cercano tratamiento....un abrazo

Csilog dijo...

Hola Dulos,

Soy una compañera tuya de la primera sesión de quimio... (Estrella,la de la gorrita. Para mi era la segunda sesión y para vosotras dos la primera.)

Tuvimos poco contacto, pero recuerdo oirte decir que tenias una blog... asi que te he encontrado.

Te deseo lo mejor para estos dias y ponerme a tu disposición, para compartir experiencia.Seguramente nos veremos en nuestra proxima cita
el 16 de Diciembre.

Mi nick es Csilog. Ánimo !!!