Dulós:
Siempre he sido una mujer presumida. De las que les gusta estar guapas y que las miren. Yo estaba especialmente orgullosa de mi cuerpo. En mi casa, una de las estancias en las que más tiempo paso es en el baño. Me agrada que los botecitos estén en fila, por orden, a mano… Me encanta la variedad de colores que emergen de cada uno de los rincones del lavabo, que he decorado con multitud de flores y jarrones con arenas y piedras perfumadas. Y en la ducha, -cuya vista se disfruta desde todo el baño porque es una cabina toda transparente- penden toda clase de botellas y tubos de gel, jabones, champús, exfoliantes, cremas, mascarillas… ¡parece una perfumería! Mientras esperaba la operación de la mastectomía, evidentemente, no dejaba de disfrutar de mis estadas en el baño. Pero de repente, un día, me di cuenta de algo demasiado turbador para comprenderlo y de lo que no había sido consciente hasta ese momento: en la ducha me lavaba evitando mirarme al espejo y al salir de ella me tapaba rápidamente para ir a vestirme a la habitación. Reflexioné. Y me di cuenta que hacía muchos días que inconscientemente evitaba ver mi cuerpo desnudo reflejado en el espejo. También reconocí que, sin darme cuenta, no me había palpado los pechos hacía muchos días. Ahora era consciente de una nueva relación con mi cuerpo y supe que odiaba cada centímetro de mi piel: en realidad aborrecía, detestaba y rechazaba especialmente la zona de mis mamas. ¿Qué me pasaba? Yo creía que debía sentir cariño hacía ellas, que ya que las iba a perder, debía disfrutarlas y palparlas hasta memorizarlas hasta la saciedad el poco tiempo que siguieran a mi lado. Pero no era así. Mi mente las repudiaba. Inmediatamente llamé a mi tía Pilar, una persona especial y maravillosa que ha dedicado su vida a querer y amar. Es enfermera y pensé que quizá podría ayudarme. Y así fue. “Dulós, lo que te pasa es muy sencillo”, me dijo. “Tu mente, que es mucho más inteligente de lo que nos pensamos, sabe que dentro de ti hay algo terrible, algo que te está matando, y por eso, no quiere ni verlo…” Ese día lloré. Lloré porque fue durante la conversación con mi tía cuando perdí realmente mis pechos. No los perdería en la operación. No los perdí cuando me dijeron que tenía cáncer de mama. Los perdí en el preciso instante en que mi mente me dijo que si seguían conmigo me matarían. Lloré, pero también sonreí, porque el hueco que dejarían en mi cuerpo no se quedaría vacío… Porque el cáncer no me ha quitado nada, me ha dado lo más grande que se pueda dar: ¡vida!
Siempre he sido una mujer presumida. De las que les gusta estar guapas y que las miren. Yo estaba especialmente orgullosa de mi cuerpo. En mi casa, una de las estancias en las que más tiempo paso es en el baño. Me agrada que los botecitos estén en fila, por orden, a mano… Me encanta la variedad de colores que emergen de cada uno de los rincones del lavabo, que he decorado con multitud de flores y jarrones con arenas y piedras perfumadas. Y en la ducha, -cuya vista se disfruta desde todo el baño porque es una cabina toda transparente- penden toda clase de botellas y tubos de gel, jabones, champús, exfoliantes, cremas, mascarillas… ¡parece una perfumería! Mientras esperaba la operación de la mastectomía, evidentemente, no dejaba de disfrutar de mis estadas en el baño. Pero de repente, un día, me di cuenta de algo demasiado turbador para comprenderlo y de lo que no había sido consciente hasta ese momento: en la ducha me lavaba evitando mirarme al espejo y al salir de ella me tapaba rápidamente para ir a vestirme a la habitación. Reflexioné. Y me di cuenta que hacía muchos días que inconscientemente evitaba ver mi cuerpo desnudo reflejado en el espejo. También reconocí que, sin darme cuenta, no me había palpado los pechos hacía muchos días. Ahora era consciente de una nueva relación con mi cuerpo y supe que odiaba cada centímetro de mi piel: en realidad aborrecía, detestaba y rechazaba especialmente la zona de mis mamas. ¿Qué me pasaba? Yo creía que debía sentir cariño hacía ellas, que ya que las iba a perder, debía disfrutarlas y palparlas hasta memorizarlas hasta la saciedad el poco tiempo que siguieran a mi lado. Pero no era así. Mi mente las repudiaba. Inmediatamente llamé a mi tía Pilar, una persona especial y maravillosa que ha dedicado su vida a querer y amar. Es enfermera y pensé que quizá podría ayudarme. Y así fue. “Dulós, lo que te pasa es muy sencillo”, me dijo. “Tu mente, que es mucho más inteligente de lo que nos pensamos, sabe que dentro de ti hay algo terrible, algo que te está matando, y por eso, no quiere ni verlo…” Ese día lloré. Lloré porque fue durante la conversación con mi tía cuando perdí realmente mis pechos. No los perdería en la operación. No los perdí cuando me dijeron que tenía cáncer de mama. Los perdí en el preciso instante en que mi mente me dijo que si seguían conmigo me matarían. Lloré, pero también sonreí, porque el hueco que dejarían en mi cuerpo no se quedaría vacío… Porque el cáncer no me ha quitado nada, me ha dado lo más grande que se pueda dar: ¡vida!
8 comentarios:
Por partes:
1. Creo que el título que le has puesto al blog queda refrendado en esta entrada. Porque esta entrada es un SÍ enorme y dado a voz en grito.
2. ¡Qué sabia es tu tía Pilar! Sí, tu mente sabía que ahí había algo que no estaba bien. Algo que te estaba haciendo daño. Y por otro lado, ellos en sí, no eran culpables, sino víctimas. Por eso también me gusta que te sientas orgullosa a través de esas maravillosas fotos.
3. Claro que SÍ. La vida está por encima de todo. Y como decía HOUSE, "no hay dignidad en la muerte, la hay en la vida". Y la que tú tienes es de las más dignas que conozco. Si tienes dudas sobre lo que pienso lee el último poema del blog (el que está arriba del todo ahora), el de http://escritosesquizofrenicos.blogspot.com
4. Un beso muy, muy fuerte desde el centro de Madrid.
Es fantástico ver la evolución tan buena que estas teniendo. Me parece maravillosa la idea de reflejar todas tus vivencias y miedos, públicamente y sin tapujos. Yo como enferma de cáncer, ya curada pero con miedos siempre de recaer, te doy la bienvenida a la ilusión de vivir, de querese uno mismo y lo mejor que te da esta enfermedad es de dejar de ser egoísta. También GRACIAS, porque con este blog seguro que ayudas a mucha gente, no solo a enfermas sí no también a familias afectadas y amig@s.
Nadie de mi familia había tenido nunca una enfermedad importante (una suerte que no valoramos lo suficiente)... hasta el año pasado. Mi madre. que nunca ha fumado, ni bebido. Que ha llevado una vida snísima, tenia un cancer. Pequeño, muy pequeño. Pero habia que operar..
Los primeros días mis hermanas y yo eramos la representación del optimismo: "no te preocupes mamá" todo ira bien.. Se operó, tuvo quimioterapia, radioterapia y ahora su tratamiento hormonal.
Pero todo sigue ahí. El miedo. CAda cinco meses visita al ginecologo, pruebas y ... tensa espera durante uno días..No se ha reproducido. Todo va bien.
Pero cada vez que ella va al medico, nosotros contenemos las respiración. Es mi madre.No quiero que vuelva a pasar por lo mismo. No quiero perderla..
La Dolors , la dona mes maca del mon, que te a veure uns pits quan tota tu ets la divinitat en persona.solsament tu saps els que tens i el malestar estetic i fisic que aixo et comporta. Pero per la part que em toca ets una divinitat, un amor. Que sort te la persona que esta al teu costat. Ets una de les persones que mes han marcat la meva vida, si sempre t estimat i sempre t estimare. He tingut una alegria inmensa el saber de tu, encara que sigui per aquesta maleida noticia. Aixo m ha fet trobar=te i emplenarme d alegria. Tens com sempre uns collons com un cavall, i tot aixo malgrat el que significa , et conec i se que la meva Dolors , sortira endavant.
I ara diras qui es aquest?, doncs l has d endivinar princesss. Una pista... Madrid fa molts anys. Una disco i pixant amb un cantant molt famos que actua amb bombi algunes vagades i ultimament feia duo amb en Serrat.PD. no em funcionen els accents al teclat. jajajaja . moltissims petons et recordo sempre.El teu amic???????
A la persona que se identifica como anonimo, le dire que, para decir eso mejor no lo escribas en este sitio. Espero que lo hayas puesto inconscientemente, por que de lo contrario , eres una peazo de mala puta. Y estoy segurisimo que lo que escribes, no es ni por asomo verdad.
Tienes una mente un poc retorcida , ser tan sutil escribiendo para hacer lo k querias, meter miedo en el cuerpo. Pues metete tu miedo, traducido en una tranka de 40cm por detras y llena de clavos, veras de verdad , el miedo en el cuerpo!!
AMARGADA/O DE LOS COJONES!!!!!
MALU: Querida Dulós, recibo tu sms en el que me remites a tu blog, sin pensarlo dos veces entro desde mi ordenador y al cabo de dos segundos estoy envuelta en un mar de lagrimas, pienso en lo injusta que es la vida ...inconscientemente llevo mi dedo hasta la pantalla e intento borrar las cicatrices de tu cuerpo pensando, ingenua de mí, que así aliviaré tu dolor o conseguiré borrarlo para siempre, llega javier y no entiende que es lo que pasa, comieza a leer tus palabras , él también llora. De repente, me siento fuerte, me llega tu fuerza,inmensa, esa que has tenido siempre detrás de esa cara de niña guapa y comienzo a reir y a contar las mil aventuras que vivimos juntas en a3, cuando eras mi jefa y yo la loquilla de malu...que orgullosa estoy de ser tu amiga, cariño. Lucharemos todos contigo, si hay que llorar lloraremos, que será las menos, creeme, pero si hay que reir...haremos como siempre, troncharnos de la risa las dos juntas y... eso será muy muy pronto. te quiero amiga.
Hola Dulós,
Soy Anna de Granollers, este comentario es para decirte que me parece entender como te sientes, pues a mi me diagnosticaron un cáncer de recto el pasado 16 de Octubre de 2006. Al principio te quedas pasmada, no me lo podía creer pero al cabo de unos minutos ,fuera de la consulta, pensé: ¿que hago? ¿empiezo a llorar o me pongo manos a la obra para superar esto? Miré a mi amado compañero, Jesús, y lo tuve claro: escogí la segunda opción.
Sí, ya hace dos años. Desde ese día mi pensamiento ha sido que esta enfermedad la iba a superar tardara lo que tardara.Cada día que pasa sé que he ganado la batalla al cáncer.
Lo importante es pensar en positivo. Cada uno de nosotras/os tenemos una fuerza interior indescriptible y es en momentos como estos cuando surge.
Cuenta conmigo para lo que necesites, aunque solo sea para escucharte.
Ánimos.
Me ha encantado leer la interpretación que le dio tu tía Pilar. Es muy curioso cómo trabaja la mente. Yo, en ningún momento he tenido este sentimiento de rechazo hacia mi cuerpo. Es más, me han propuesto la mastectomía profiláctica del pecho sano y a pesar de que se que no me quedarán los dos simétricos, no la he escogido. Es tan agradable conservar todavía aunque sea uno mío, aunque esté más descolgado que el otro, en fin, el otro ya no existe, como tampoco existe la carita que teníamos a los 15 años. Tenemos que aceptar nuestra realidad y partiendo de ella mejorar nuestra vida, nuestras relaciones y todo nuestro entorno pero sobre todo aceptar nuestra realidad, de lo contrario no hay evolución.
Un placer leerte Dulós.
Ana
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