Dulós: Excepto en cara, cuello y escote, tengo todo el cuerpo lleno de granos. Unos granos rojos que me pican mucho, aunque intento no rascarme para no extenderlos y dejarme marcas de por vida. El inicio de mi relación con ellos se remonta al sábado de la semana pasada por la noche.
i cuenta de que llevaba un buen rato rascándome las piernas. Encendí la luz y vi que tenía unos pocos granos. “Quizá está empezando a salirme el vello de las piernas, y por eso me salen granos que pican tanto…”, le comenté a mi pareja. “¡Qué bien, vuelven a nuestras vidas las depilaciones!”, me respondió sonriendo. La película tuvo un final feliz -como casi todas- y Eduardo y yo nos fuimos a dormir.Pero el domingo por la mañana, al despertarme, no sólo no me habían abandonado los granos, sino que tenía más. Y empecé a preocuparme. Decidí esperar a ver cómo evolucionaban durante el día, pero por la noche, Eduardo y yo decidimos volver a visitar nuestra ya "familiar" sala de urgencias del Hospital. Esta vez fuimos al de Madrid Sanchinarro.
antialérgico y me comentaron que quizá me había producido reacción adversa el antibiótico que estaba tomando para curar mi otitis. Me miraron los oídos y, al verlos, me dijeron que suspendiera el tratamiento y que consultara con mi oncóloga.
l de Madrid Sanchinarro, donde me iban a implantar los pechos definitivos de silicona. El lunes, al verme mi cirujano plástico, decidió posponer la operación prevista para el miércoles 22 de abril al miércoles de la siguiente semana. Por un lado me sentí aliviada por no poner en riesgo mi cuerpo y las futuras cicatrices, pero por otro… ¡tengo ya tantas ganas de lucir un escote estupendo! Eduardo:
¿Una reacción alérgica? Madre mía, como está la pobre, totalmente llena de granos. Resulta preocupante. Y como el or
igen no está muy claro, deberemos seguir el método de prueba y error, cambiando medicamentos. En un ultimo intento, el viernes le pusieron una inyección de urbasón. Por cierto, que la doctora comentó que el pinchazo era intramuscular y que por tanto, dolía. ¿Dolía? Otra vez estamos haciendo daño a Dulós. Confiaba en que doliera poco, porque ya lo ha pasado bastante mal. Si, ya se que es un pinchazo, pero eso de que podía “doler” me llegó al alma…Además nos recetaron una crema, un antiestamínico local, y por la noche me encargué de untársela por donde ella no podía. Si no dan pronto con una solución, deberemos posponer de nuevo la operación.






























